En el antirrábico de Chimalhuacán, Estado de México llegan a diario muchísimos perros.
Entre ellos había una perrita, joven de 1 año, pequeña, con una mirada tierna que reflejaba mucho temor.
Su familia la llevó porque la tenían completamente abandonada y prefirieron deshacerse de ella fácilmente.
El pelo se le veía café y enredado. Las patitas las tenía llenas de lodo. No dejaba de rascarse porque al estar tanto tiempo descuidada, se contagió de sarna.
La Casa del Mestizo vio una publicación en redes sociales sobre la perrita sin esperanzas y con los días contados para su sacrificio.
No lo pensaron dos veces y la acogieron en el refugio, nadie más quería salvarla, quizás por su apariencia o por la sarna que presentaba.
La llevaron al hospital de medicina veterinaria, ahí le dieron un tratamiento para la sarna, la bañaron, vacunaron y desparasitaron. De Repente el doctor les dio la noticia de que la perrita estaba gestante.
En La Casa del Mestizo la rehabilitaron, la socializaron y la volvieron a incorporar a la sociedad.
Cuando un perrito es rescatado, no sólo lo curan si no también le dan esa confianza que perdió. Los perritos llegan con miedo y solo con paciencia y mucho amor se pueden rehabilitar.
La perrita merecía un nombre tan lindo como ella, que significaba lo que transmitía, así que le pusieron Princesa.
Al estar sana, esterilizada y feliz, la llevaron a la feria de adopciones en el parque España.
Saltaba como nunca, movía su rabito tan rápido como podía y demostraba todo su agradecimiento de poder seguir viva.
Una señora que ya había adoptado a otra perrita parecida a Princesa estuvo muy interesada en adoptar. Hizo todo el proceso y se le entregó en su domicilio.
Ahora ellas tres son compañeras de vida y se acompañan siempre.
Princesa fue salvada de una muerte trágica en el antirrábico.
México carece de información sobre el método de sacrificio; en la mayoría de los antirrábicos los peluditos mueren por electrocución.
Princesa es una de las pocas perritas que se han salvado y es por eso que debemos seguir informando a la gente sobre estos casos, para que no haya más abandono de animales, para que la tenencia responsable se lleve a cabo con las mascotas adquiridas.
A veces la lucha por el bienestar de los animales parece interminable, pero entre muchos podemos hacer más. Ayudar a dar mayor información y sobre todo conciencia para dejar de ser el país con mayor abandono y peludos en situación de calle.
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