Cerca del sur de la ciudad de México, existe un criadero que no tiene permiso para el manejo de animales.
En este lugar, se abren las puertas de las jaulas y maltratan a los perros de la piel del cuello para sacarlos y llevarlos con las hembras en periodo de celo.
Cuando pasan 5 o 6 años, si los perros ya no les sirven, buscan a otros para seguir reproduciéndose y tener un negocio “redituable” de cachorros.
Los perros al ser cruzados tantas veces, se descalcifican y desgastan su organismo en general.
Es una práctica común, en este terrible lugar, aparear perros en consanguinidad, y al ser parientes tan cercanos, padecen enfermedades graves propias de su parentesco.
Toda esta información la gente no la conoce al momento de comprar un cachorrito.
Te compartí esta información porque así comienza la historia de Maya, una perrita beagle de este criadero clandestino, a quién su primera dueña se le hizo fácil comprar sin investigar antes el maltrato e injusticia que sufren los perros en este lugar.
Al pasar algunos meses, Angelica tuvo que cambiar de domicilio, sin embargo a donde se mudó no aceptaban mascotas.
Ante la desesperación, Angelica pensó que lo mejor era abandonarla a Maya en cualquier lugar de la Ciudad.
Jamás entendió la profundidad del problema, no le interesó analizar que Maya formaría parte de los 35 000 millones de perros sin hogar en nuestro país.
No pensó en el maltrato, hambre, frío o en el destino tan dificil que podría encontrar Maya.
Sin importarle estos hechos, Angélica salió un día para encontrar una gasolineria en el camino; pensó que era un lugar en donde podìa dejarla sin que nadie se diera cuenta.
Bajo al perro del auto y subió a su camioneta para intentar fingir que no la conocía.
Los operadores de la gasolinería interrumpieron su camino al darse cuenta de lo que intentaba hacer. Angelica por primera vez fue honesta y después de explicar la historia, pidiò ayuda para agarrar a Maya para poder resguardarla y dársela a un cliente frecuente que ama a los perros y es rescatista de corazón.
Mauricio es su nombre y llegó como cada lunes a cargar gasolina.
Él se Maya y la resguardo por un tiempo en su casa, para después pedir ayuda a la página de Host a Pet Adopta. En donde encontró la mejor opción para ambas partes, un vínculo tan fuerte para Maya como para su nueva familia.
Cuando compras, adoptas o resguardas un animalito en tu casa es un compromiso que se debe cumplir de por vida. Son seres vivos que sienten, aman y desean tener una vida digna.
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El hecho de que su capacidad de razonar es diferente a la de un ser humano, no significa que sean inferiores. Cuando aprendamos a tratar a los animales con dignidad, respeto y amor, nuestro mundo será mucho mejor.
Mi consejo es que pienses antes de comprar o adquirir una mascota.
Es necesario que investigues su origen, así como los antecedentes de los criadores.
También debes hacerte un examen de conciencia y reconocer que tan seguro estas de llevarlo a casa.
Responde estas y preguntas y sé honesto contigo mismo:
- ¿Tengo el tiempo,dinero y paciencia para tener una mascota?
- ¿Puedo ayudar a esta mascota durante muchos años?
- ¿Por qué quiero adoptar?
Son preguntas claves, que ayudan para saber si es factible obtener una mascota.
Hoy gracias a la difusión y al seguimiento que hacemos en Host a Pet Adopta, sabemos que Maya está muy bien con su nueva familia. Sandra le dió la bienvenida a Maya y le demostró en seguida lo que es el verdadero amor y compromiso.
Así como la historia de Maya hay muchas más.
Ella corrió con más suerte por ser una perrita de raza, pero ¿qué pasa con los mestizos? Estos perros, muchas veces, no corren con la misma suerte. Por esta razón, el abandono e inconsciencia han posicionado a nuestro país en el primer lugar en perros y gatos en condición de calle.
Host A Pet Adopta, te invita a formar parte de nuestro grupo. Haciendo conciencia y ayudando a mascotas a tener una vida con calidad.
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