La displasia de cadera es un problema ortopédico común en los perros y otros mamíferos.
Se define como un desarrollo anormal de la estructura de la cadera llamado displasia, que significa “crecimiento anormal”.
La enfermedad se desarrolla en tres etapas:
- Cambios de desarrollo que están relacionados al crecimiento del animal
- Después se presentan cambios que provocan un desgaste de las articulaciones
- Más tarde las dos articulaciones de la cadera se vuelven defectuosos. En esta etapa, el perro puede sufrir dolores y causar cojera.
Su definición puede lucir complicada, sin embargo, esta enfermedad es muy común entres los perros de razas grandes o gigantes como los Labrador, Pastor Alemán, Golden Retriever, Rottweiler o Gran Danés.
Indice
Causas
Muchos especialistas consideran que la displasia tiene su origen en varios factores.
Los principales son: la causa genética y factores medio ambientales.
La causa, genética, como ya lo decíamos, se debe a que algunas razas tienen un factor genético el cual desarrolla la enfermedad en perros de razas grandes o gigantes.
Dentro de los factores ambientales podemos encontrar que muchos veterinarios atribuyen a la sobrealimentación y al desequilibrio energía-alimentación, como una causa del desarrollo de la displasia de cadera.
Síntomas
El desarrollo de la enfermedad se puede presentar desde muy temprana edad en la vida de un perro (4 o 5 meses) o puede descubrir a los cinco o seis años de edad.
Este dato lo mencionamos pues los síntomas pueden variar por edad, el avance o desarrollo de la enfermedad.
Aquí te presentamos algunos de los síntomas más comunes, de acuerdo a American Kennel Club:
- Baja actividad
- Poco movimiento de las piernas
- Cojear de una pata
- Dolor
- Rigidez en las patas
- Pérdida de la masa muscular
- Aumenta los músculos de los hombros para compensar la pérdida de movimiento en la cadera
- Resistencia a al subir escaleras, correr, subir a la cama, etc.
¿Cómo saber si mi perro tiene displasia de cadera?
El doctor querrá reconocer los síntomas del perro para poder empezar a practicar técnicas de detección de la displasia. Algunos de los exámenes que realizará son:
- El veterinario revisará el movimiento de las pierna de tu perro. Normalmente sedarán al perro y practicarán círculos para sentir los movimientos de las articulaciones, el doctor podrá escuchar el sonido del hueso de la cadera.
- También, tu veterinario puede solicitar análisis de sangre y radiografía para confirmar el diagnóstico.
Tratamiento de la displasia de cadera en perros
El tratamiento puede variar de acuerdo a la severidad de la displasia. Y se recetará un tratamiento de acuerdo a la severidad del problema.
Si, el veterinario lo decide, llevará a cabo una cirugía en donde el fémur se corta, para permitir el movimiento atrofiado.
Algunos doctores recomiendan medicamentos para corregir la deformación y el dolor.
Lo mejor es que un veterinario revise el estado del perro para recomendar el mejor tratamiento para aliviar la enfermedad.
Prevención
Por supuesto, si tienes un perro de raza grande o gigante, debes saber que las revisiones regulares son de gran ayuda para descubrir la displasia de cadera a temprana edad.
La alimentación es fundamental. Proporciona comida saludable y apta para perros. Cuida que tu perro se mantenga en un peso adecuado, pues es un factor determinante en el desarrollo de la displasia.
Tip adicional: Los veterinarios recomiendan que los perros de razas gigantes consuman un completo para las articulaciones llamado glucosamina. Esta sustancia la puedes encontrar en la comida de tu perro o simplemente como un medicamento. Pregunta a tu veterinario cuál es la dosis adecuada.
Por último:
La Asociación Británica de Veterinarios recomienda:
- Procura revisar a tu mascota con regularidad para descartar esta enfermedad.
- Dale a tu perro comida saludable y adecuada para perros.
- Y permite que tu perro tenga actividad física regular.
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