Sandra, una chica amante de los animales, caminaba por las calles de Naucalpan cuando encontró una perrita oliendo la basura; estaba desesperada por encontrar algo de comida.
Lentamente, Sandra para no asustarla y se agacho a un metro de ella; sin mirarla a los ojos empezó a sacar un poco de comida que traía en su bolsa. La perrita de pronto obtuvo su atención y se acercó.
Sandra estiró el brazo e intentaba darle un pedazo de sándwich, pero cada vez que ella se acercaba, la perrita se asustaba y retrocedía. Con miedo a que la perrita terminara corriendo y pasándole algo malo, decidió poner pequeños pedazos de comida en el piso para que le tuviera confianza.
Después de tener mucha paciencia, Sandra pudo acercarse y acariciarla. Cuando vio que la perrita era muy noble y no la iba a morder, decidió cargarla y llevarla a revisar a una veterinaria.
Después de que salieron de la veterinaria y le dieron la buena noticia de que estaba sana; Sandra se la llevó a su departamento junto a su par de gatitos.
Buscó nombres en internet que quedaran con esa dulce carita, hasta que encontró el nombre de Blonde, se lo puso por el hermoso pelo rubio que tiene.
En unos cuantos días, no sabía cómo socializar a Blonde y a sus gatitos, vivían todos con mucho estrés y por eso decidió que Blonde debía tener una mejor oportunidad.
Comenzó a sacarle fotos y subir su perfil en internet, pasaba el tiempo y no había interesados, pero una noche “La casa del mestizo” observó la publicación y se dio cuenta que tan desesperada estaba la chica rescatista y decidió mandarle un mensaje para recibirla en el refugio y así poder ayudarla.
Se quedaron de ver en el parque Lincoln un día que tenían feria de adopciones.
Llegó Sandra con Blonde al parque y una señora llamada María Teresa vio a la perrita tan linda y alegre que quiso adoptarla enseguida, lo cual no estaba permitido porque Blonde no estaba aún esterilizada. María Teresa decidió esperar porque sabe que es de suma responsabilidad la esterilización, porque somos uno de los países con más perros callejeros, además de que ayuda a evitar muchas enfermedades y marcaje.
El día tan esperado llegó y Host a pet Adopta, ayudó a la entrega de Blonde.
Le regaló a Blonde un cupón para que use en algún de sus servicios y le explicó a María Teresa cómo podía hacer para una mejor adaptación.
María tardó mucho en decidirse en adoptar otro perrito, porque la última perrita que tuvo falleció de viejita y le lloró mucho. Pero el día que conoció a Blonde sabía que era el momento y la perrita que tanto esperaba.
Le cambió su nombre a “Lua” que significa mujer que brilla, porque la perrita siempre parece estar feliz.
Hoy comienzan a formar lazos juntas como compañeras de vida, porque ambas cambiaron su historia.
¿Quieres un amigo de verdad? Busca en Host a Pet Adopta :)
Tal vez quieras leer: Adopción de Pepper
¡Gracias a Vivi por el articulo!