Una mañana, la entrenadora de perros Verónica salió a pasear con sus perros como todos los días.
Sin embargo, ese día fue diferente. A la orilla del camino, encontró una perrita acurrucada, completamente flaca, a quién se le podían notar sus costillas y la falta de brillo en su pelo.
Verónica, trató de acercarse para intentar encontrar una identificación, pero la perrita empezó a temblar de miedo. Estaba tan débil para ocultarse o siquiera intentar abrir los ojos.
Uno de los perros de Verónica comenzó a inquietarse por lo que se alejó para no asustarlo más. Siguió caminando, aunque no dejó de pensar en la perrita durante todo el paseo.
Verónica se fue lo antes posible a su casa, para dejar a sus perros y pensó en regresar para auxiliar a la perrita.
Se apresuró y subió a su auto manejando lo más rápido que pudo. Llegó al mismo sitio donde la encontró y por fortuna no se había movido de ahí. Rápidamente la envolvió en una manta que traía preparada y la tomó entre sus brazos.
Veronica investigó cómo podía ayudarla y se acordó que tenía una amiga Veterinaria. Ella le recomendó internar a la perrita en una clínica. Ahí le aplicaron una terapia de líquidos por la intensa deshidratación que sufría y le recetó una dieta especial para la desnutrición y le prescribió algunos medicamentos.
A pesar de los tratamientos, las cosas no marchaban bien, la clínica le habló para decirle a Verónica que había una gran posibilidad de que muriera durante la madrugada.
La perrita seguía luchando, y poco tiempo después hubo esperanza, fuerza ; fue evolucionando y la recuperación se comenzó a notar.
Vero y su amiga Judi, poco a poco descubrieron a una perrita alegre y con tanta paz en su rostro que la nombraron Bianca. Un nombre asociado a la tranquilidad, la calma y la familia.
Una semana después Bianca empezó a ser un perro normal; jugaba y se veía feliz. Tenía una conducta completamente diferente.
Cuando se recupero, Verónica llevó a Bianca a vivir con ella para entrenarla y rehabilitarla por completo.
Verónica busco un hogar para Bianca y fue adoptada al poco tiempo. Sin embargo, después de 3 meses, la personas que la adoptaron tuvieron una situación complicada en su vida y Bianca tuvo que regresar con Veronica.
Pasó el tiempo y conforme la coordinación de las adopciones de Host a Pet Adopta buscaba un hogar para Bianca , nuestra Host Kyara Castillo nos pidió ayuda para encontrar a su perrita ideal.
Fue así que Bianca viajó de Cuernavaca a la CDMX, para hacer un análisis de compatibilidad, el cual fue totalmente positivo.
A las entrenadoras Vero y Judi les gustó mucho como la familia Castillo trataba a Bianca y la paciencia que tuvieron para su adaptación pues seguía siendo muy tímida por el maltrato que probablemente padeció.
Host a Pet Adopta le dio seguimiento a este caso y le dieron una plática a la familia para que su habituará a su nuevo hogar.
La familia Castillo ha sido muy responsable con Bianca, le han dado todo el amor y tolerancia que ella ha necesitado.
Para Verónica y Judi ha sido una satisfacción muy grande el haber salvado la vida de Bianca. Tuvieron la oportunidad de poder conocerla y saber que es una perrita increíble y que definitivamente merecía vivir.
Esta gran historia nos deja marcados de amor.
Espero que cada día existan más personas dispuestas a la adopción y hacerse responsables de las necesidades de un perro, puesto que los beneficios que obtendrán se multiplicarán.
Gracias a Vivi por la historia!
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